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La contaminación de los océanos pone en riesgo mecanismos de adaptación de las especies

*Especialistas participaron en la mesa redonda Biodiversidad, sustentabilidad y recursos haliéuticos

La contaminación de los océanos conduce a la pérdida de biodiversidad marina con lo que se ponen en riesgo muchos mecanismos de adaptación que las especies han desarrollado durante largo tiempo y que en algunos casos pueden ser utilizados para enfrentar otros problemas ambientales, incluso sequías, advirtió el doctor José Félix Aguirre Garrido, investigador del Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante la mesa redonda Biodiversidad, sustentabilidad y recursos haliéuticos, convocada por la Coordinación General para el Fortalecimiento Académico y Vinculación de la Casa abierta al tiempo, el investigador de la Unidad Lerma advirtió que cuando desaparece una variedad de un ecosistema marino, no sólo se pierde ésta como tal, sino también los genes que posee, es decir, “las funciones que la han llevado a ser exitosa en su entorno”.

Si se destruyen estos organismos, la posibilidad de comprender cómo se adecuaron a determinadas condiciones también se anula; “es como si tuviéramos una biblioteca, pero ésta se va haciendo más pequeña y entonces la probabilidad que teníamos de disponer de una gran cantidad de información se esfuma”.

La doctora María del Rocío Torres Alvarado, investigadora del Departamento de Hidrobiología de la Unidad Iztapalapa, señaló por su parte que numerosos estudios han dado cuenta de que el incremento de la población humana ha conducido a la polución, la destrucción y fragmentación del ecosistema marino.

El planeta tiene recursos limitados y la humanidad depende de ellos; por lo que la habitabilidad refiere a la pregunta de ¿hasta dónde nuestro hábitat nos va a poder sostener?

Torres Alvarado coincidió con el doctor Aguirre Garrido en que cuando se extingue una especie se inutiliza también el registro sobre su intervención en cualquier entorno, pues todos los organismos tienen diferentes ocupaciones y muchas de ellas son usadas por la humanidad para contender con temas de salud, como es la elaboración de medicinas para tratar enfermedades.

En el caso de las bacterias, por ejemplo, hay algunas que pueden emplearse para conocer cierto tipo de contaminantes, por lo que “si nosotros las extinguimos estamos sometiendo a presiones a nuestro planeta” y puede llegar el punto “en que ya no nos va a poder sostener”, porque “no podremos utilizar determinados recursos para nuestra propia sobrevivencia”.

El doctor Francisco José Gutiérrez Mendieta, académico del Departamento de Hidrobiología de la Unidad Iztapalapa, sostuvo que respecto de la destrucción medioambiental, uno de los “problemas que tenemos es que no se hace nada”, por muchos llamados que haya de parte de Naciones Unidas, de organizaciones no gubernamentales y de la academia, el asunto se está dejando para las siguientes generaciones, por lo que los jóvenes deberán tener mayor conciencia de esta cuestión.

La maestra Léna Frejaville, encargada de proyectos de la Agencia Francesa para el Desarrollo, expuso los alcances del proyecto COBI Comunidad y Biodiversidad, que impulsa y financia dicha oficina y que fomenta, con la participación de las comunidades, la conservación marina y el manejo sostenible de los recursos pesqueros.

La mesa fue moderada por el doctor Guillaume Boccara, representante de la embajada de Francia en México, quien mencionó un artículo del diario Le Monde en el que se señala que cada año se vierten al mar 11 millones de desechos plásticos que son ingeridos por mamíferos marinos, lo que da cuenta de la catástrofe ecológica del océano.

La doctora Yissel Arce Padrón, coordinadora general de Difusión, y el doctor Gustavo Pacheco López, coordinador general para el Fortalecimiento Académico y Vinculación, inauguraron la exposición Pescando el momento: Fotografía comunitaria durante la pandemia por COVID-19, que se exhibe en las rejas de la Casa del Tiempo de la UAM.

La doctora Arce Padrón destacó que es relevante que la Institución abra sus puertas a la celebración del Día Mundial el Medio Ambiente para que no sólo la comunidad universitaria, sino también la ciudadanía, disfruten una propuesta visual, en esta relación con el entorno, la biodiversidad y el mar.

El doctor Pacheco López dijo que en la coordinación general “estamos muy complacidos con la embajada de Francia, porque pensamos que es a través de la tercera función sustantiva de la Universidad, que es la difusión y preservación de la cultura, que una casa de estudios pública como la UAM adquiere sentido social, pues nos debemos a la sociedad mexicana”.

Como institución pública federal, “estamos comprometidos a entender, proponer y contribuir a la solución de grandes retos, en este caso, el daño al hábitat, pues en varios casos se han superado los límites o los puntos de no retorno”, como es el del océano.

https://www.comunicacionsocial.uam.mx/boletinesuam/303-23.html

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